Guayaquil, destino de especies silvestres afectadas en accidentes o víctimas del tráfico

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Sus dos patas delanteras ya muestran mejoría. Salta y camina hasta donde se lo permite la jaula. Pareciera  que no quedan huellas del accidente que la dejó postrada en la ruta hacia Naranjal, en la provincia del Guayas, hace  6 meses cuando fue atropellada. Es Lupe, una osa hormiguera rescatada por la Unidad de Protección del Medio Ambiente (UPMA) de la Policía Nacional.

El  ejemplar hembra fue llevado a Mansión Mascota,  en el norte de Guayaquil, donde residirá hasta diciembre a la espera de que se recupere  completamente. El objetivo final es trasladarla a Puyo, en Pastaza, con una veterinaria que cuidará de ella, ya que difícilmente podrá retornar a la  vida silvestre.

Mansión Mascosta es parte del proyecto Sacha. Su  directora es Eliana Molineros.

La iniciativa surgió en enero del 2018 con financiamiento privado. La idea es colaborar en la recuperación de los animales rescatados por la UPMA de la Policía,  por el Ministerio del Ambiente del Ecuador  (MAE) o los ciudadanos de a pie.

Los animales que atienden son retenidos al ser víctimas del tráfico ilegal de especies o están afectados por accidentes como Lupe o unos periquitos del Pacífico separados de su madre tras caer de un nido por  la poda sin criterio técnico de árboles.

La osa hormiguera Lupe se recupera tras ser atropellada hace seis meses. Foto: Ángel Aguirre

Lupe enfrenta una recuperación larga que requirió desde entubación hasta  sondas, exámenes de  rayos x, ecografías. Fue operada para ponerle placas en sus patas y corregir las fracturas. Es parte de los 25 animales que hoy alberga Mansión Mascota.

Entre estos había dos loras que no se recuperaron. La primera falleció a las  dos semanas de arribar. La segunda murió el martes pasado. A simple vista estaban bien, pero fueron bañadas en cloro para mancharlas, aparentar un plumaje más colorido y poderlas vender a un mayor precio.

“Inicialmente pensamos que se trataba de agua oxigenada, no había síntomas visibles de intoxicación y su actividad era normal…   la segunda empezó a comportarse extraño…  en la noche decayó, inmediatamente medicamos, suplementamos nutricionalmente e hicimos más consultas a especialistas, nos indican que la decoloración se hace con cloro… afecta riñones e hígado”, dice uno de los post del perfil de Instagram @proyectosacha.

Un venado de cola blanca, víctima este año del tráfico ilegal de especies en Guayas.

Luego del análisis de cada caso se determina si pueden ser reinsertados a  la vida silvestre. “Unos tienen la opción de ir a un Centro de Vida Silvestre permanente para rehabilitación. Otra alternativa es que pasen a un zoológico, siempre que el mismo tenga espacio y sea utilizado con fines educativos.  Hay un pequeño porcentaje de animales que son eutanasiados, porque sus heridas o problemas son demasiado complicados o están sufriendo producto del maltrato al que han sido sometidos”, dice Mónica Cabrera, directora de comunicación del Proyecto Sacha.

La mayor parte de animales atendidos provienen del suburbio, de las zonas de la Perimetral, de Monte Sinaí y de la isla Trinitaria. Esto indica que Guayaquil es parte de la ruta del tráfico ilegal de especies como ciudad destino de la vida silvestre que llega de ecosistemas prístinos del Oriente o de los bosques que están en las estribaciones de ambos lados de la cordillera de los Andes.

Una nutria bebé se recupera con la colaboración del proyecto Sacha. Foto: Ángel Aguirre

Proyecto Sacha recibe en promedio un ejemplar diario desde enero pasado. En  2018 atendieron  200 animales, mientras que en los primeros cuatro meses de este año ya han llegado más de 100. Cabrera infiere  que esto se debe a que posiblemente la gente está haciendo más consciencia. “Se están enterando de que es un delito ambiental tener estos animales en casa”.

Según  Robert Ulloa, suboficial de la UPMA en la Zona 8, que incluye Guayaquil, Durán y Samborondón, en 2018 se rescataron especímenes pertenecientes a 560 especies.  En los primeros tres meses de este año ya se han rescatado ejemplares de 142 especies.

Además, en 2017 se registraron 569 retenciones de fauna y flora  silvestre en Ecuador, según el MAE. Estas correspondieron a 6.429 ejemplares de 106 especies. En  2018 hubo  368 retenciones: 2.700 especímenes de 132 especies. La disminución se debe a que una  retención del 2017 incluyó 3.590 huevos de tortuga,  2.288 de charapas grandes y 1.302 de charapas pequeñas. (I)

Fuente: El universo

Noticia original: https://bit.ly/3fER7H4

1 Comment

  1. Elizabeth dice:

    Hola en plena bahía las Aves silvestres están en venta Loras cabeza Azul

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